lunes, 8 de noviembre de 2010

Cursillo para emprendedores: Trato con clientes

Un joven de la ciudad se fue al campo y le compró un burro a un viejo campesino por 100 euros.

El anciano acordó entregarle el animal al día siguiente, pero al día siguiente el campesino le dijo:

– Lo siento, hijo, pero tengo malas noticias.... El burro murió.

– Bueno, entonces, devuélvame mi dinero.

- No puedo, lo he gastado ya.
Bien, da igual, entrégueme el burro.

- Y ¿para qué? ¿qué va a hacer con él?

- Lo voy a rifar.

- ¡Estás loco! ¿Cómo vas a rifar un burro muerto?

- Es que no voy a decir a nadie que está muerto, por supuesto.

Un mes después de este suceso se volvieron a encontrar el viejo vendedor y el joven comprador.

- ¿Qué pasó con el burro?

- Lo rifé. Vendí 500 papeletas a 2 euros y gané 998.

- ¡¡¿Y nadie se quejó?!!

- Sólo el ganador, pero a él le devolví sus 2 euros.

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